Durante casi toda su vida, hemos sido mucho más que un hogar para siete jóvenes excepcionales;
hemos sido una familia unida por el amor, el respeto y el apoyo mutuo.
Nuestra misión es formar un hogar donde nos centramos en la persona y en su dignidad.
Trabajamos por y para nuestros residentes con el fin de desarrollar sus capacidades y lograr que tengan una digna condición de vida. Un hogar donde el amor, el respeto y la seguridad son de mucha importancia.
Nuestro propósito es ser “sus pies, sus manos y sus voces” donde nuestros residentes con capacidades diferentes puedan sentir el amor, el cariño y el respeto que se merecen.
La visión de este hogar es donde la paz, el amor, la seguridad forman parte de la vida diaria.
La tolerancia a las creencias, ideas y prácticas son normales, donde cada uno de los residentes son libres con sus discapacidades.
La visión es ser parte de la sociedad donde las ayudas son mutuas y ser de bendición a las personas que nos ayudan a vivir una vida mejor.
Algunos de los valores como la tolerancia, la generosidad y solidaridad pueden ayudar a la sociedad, los funcionarios y a las personas que los rodean a comprendernos , a respetarnos y apoyarnos.
La comprensión de que somos diferentes, de convivir y ver a las personas que se esconde detrás de su discapacidad.
El respeto, la humildad, la empatía y el humor son otros valores que se necesitan para entender el vivir diario de nuestros residentes.
- Respetar los derechos humanos de los residentes con actitudes y desempeño de los empleados.
- Respeto y aceptación de ser diferentes en la sociedad.
- Derecho a recibir los mismos tratos y de ser valorados como personas.
- Metas de responsabilidad social y comportamiento ético.
Nuestro boletín mensual te mantiene informado sobre las novedades del hogar y el día a día de nuestros residentes.
Una forma cercana de seguir siendo parte de esta gran familia.